LA INTENCIÓN NO ES LO QUE CUENTA

Aunque sea fácil y divertido el hecho de hacer duras críticas en un entorno cerrado de dos personas y eso pueda proporcionar horas y horas de entretenimiento, no deja de ser cobarde la actitud de estar siempre pensando en que el mundo podría ser mejor si hubiera una implicación activa y expuesta por nuestra parte...

Ha podido haber algunas iniciativas originales para llevarnos a la cumbre y desde ahí cambiar el sistema pero acaba siendo más placentero el fustigar verbalmente a personas muy buenas en lo suyo o que vomitan odio tan habitualmente como otros pasean por el parque.

Y la pregunta es; ¿ya no se puede seguir haciendo? pues claro que sí, pero dejándolo plasmado para las siguientes generaciones, que en vez de perder años de su vida en intentar comprender a esa gente, dediquen el mismo esfuerzo mental a proyectos más elevados. Para nosotros esta ya todo perdido, la indignación por tanta tontería que nos rodea es tal, que solo nos queda sacrificarnos en pos de acabar con tanta gilipollez entre mandobles de ácida crítica y verbo desbocado.

La indecisión ya no vale, hemos sidos llamados a filas y la duda eterna o la vagancia más bien, facilita que la gangrena que paraliza los cerebros acabe por invadir lo poco que queda virgen de soplapolleces en el mundo.

Por esto y por nada más, se ocultarán todas las opiniones dadas tras unas identidades sacadas de lo más hondo de nuestros infantiles sueños, ¿por cobardía? quizá, ¿por una estupidez mayor aun que la de los receptores de las críticas? pues también, pero al menos sabemos que somos estúpidos, eso que llevamos ganado.


Editado por Radimov

No hay comentarios:

Publicar un comentario