DESARROLLO MORAL EN LA EDUCACIÓN por Sundgren

A menudo los términos moral y ética se confunden y utilizan indistintamente pero a pesar de coincidir en ciertos puntos no son sinónimos. La diferenciación más clara es que la moral se define como el conjunto de normas, reglas y costumbres que orientan las acciones cotidianas de cada uno y la ética se centra en la reflexión a través de la razón de esas normas morales. Ambas poseen el mismo propósito, y su fin más práctico es el desarrollo moral del individuo.

Este desarrollo humano, sin embargo, parece que es lo que menos importa al sistema educativo. La etapa de escolarización obligatoria será determinante en el crecimiento personal del individuo. Todos nuestros sistemas internos, frágiles en el nacimiento, se van fortaleciendo con el paso de los años, y aspectos tan dispares como el sistema esquelético, el carácter o la forma de observar el mundo se forjan durante los primeros 20 años de vida. 
El objetivo de la educación es, a priori, la formación íntegra del estudiante, sin embargo, ¿qué es lo que realmente se aprende en la escuela? Prácticamente nada. Casi todo lo aprendido se puede consultar, y más ahora, en cualquier página de internet. Aún así, no estoy en contra de ellos, me parece bien que sepan hacer matrices, cómo realizar un calentamiento antes de entrenar o tocar la flauta dulce, pero, al conocer estos conceptos teórico-prácticos, ¿hemos conseguido un desarrollo íntegro de la persona? Lo dudo.
Se observa que el sistema educativo, impuesto por los diferentes gobiernos actuales, posee una correlación con la visión de la sociedad actual. Se aboga por un desarrollo máximo en el plano científico pero, y las personas, ¿qué pasa con ellas? 

¿Cómo se concibe que hayamos inventado máquinas que viajen por todo el sistema solar, pero todavía nos sigamos matando entre nosotros por odio? Y lo peor, estas situaciones están ahí todos los días y parece que por ser habitual, es normal. ¿ Cómo puede ser que no hayamos evolucionado nada en el plano humano? Una de las razones: la falta de desarrollo moral en el momento y lugar donde se forja la personalidad,es decir, en la escuela durante el período de escolarización. 

No puede ser que la filosofía sea una materia de poca importancia, susceptible de ser eliminada en varios cursos. 

No puede ser que la forma de enseñanza de muchas asignaturas sea a través del adoctrinamiento, mando directo y repetición( es decir, anulación de la personalidad para muchos estudiantes). 

No puede ser que las demás asignaturas olviden los valores, tema transversal que debería plantearse en todas las unidades didácticas de todas las materias. 

No puede ser que todo lo que nos rodea, incluso la educación, se mida por rentabilidad, y que, como es más rentable a corto plazo formar en matemáticas para tener ingenieros que formar en valores para tener ciudadanos libres y reflexivos se disminuyan el número de horas para formar personas íntegras. 

Todo esto no puede ser, pero como es, ocurre algo más inadmisible, y lo explico con un ejemplo:

Estamos en una clase de un instituto y un alumno no para de hablar y molestar. La profesora le espeta que se calle o le mandará al director. El estudiante, por miedo a que eso ocurra, deja de molestar. 

Es decir, el niño se porta bien por miedo a algo, no es consciente de que si molesta, los demás no pueden escuchar, él está perdiendo la oportunidad de conocer aportaciones del docente que serán interesantes ademas de la pérdida de respeto hacia el conjunto.

La enseñanza, tanto educativa como familiar, se suele basar en: "haz esto porque sino me enfadaré y te pasará esto". Lamentable. Toda persona debe integrar un conocimiento tal que le permita ser consciente de sus acciones, un pensamiento crítico de las consecuencias de sus actuaciones y desarrollar su propia capacidad y autonomía para dilucidar si algo está bien o mal por el simple hecho en sí. 
Al final cada uno construye su personalidad y se les debería guiar mejor en su proceso. Y guiar no es decir así sí, así no, y que acaten las órdenes sino conseguir que desde pequeños piensen por ellos mismos. Pensar es la mejor de las herramientas que tenemos y la que menos se desarrolla. De nada sirve si conseguimos que memoricen mil conceptos y que no sepan para qué están haciéndolo. Es necesario restar importancia al qué y dársela al por qué. 

El sistema educativo debe plantearse su razón de ser, cambiarse, renovarse o quizá desaparecer. Pero si subsiste, por favor, que sea consciente del poco tiempo que invierte en humanizar al alumnado y recordar si su objetivo era formar personas o seres que aglutinen conceptos.

Editado por Sundgren




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